Balsa de Hormigas |
Cuando una inundación arrasa un nido de hormigas de fuego (Solenopsis invicta) huyen todas juntas. Se agarran unas otras con su mandíbulas, entrelazando sus patas y antenas. Se aglomeran hasta formar una montaña de individuos ¡flotante! Forman balsas vivientes. Y así pueden sobrevivir semanas hasta que encuentren un lugar seco y seguro donde construir de nuevo un hormiguero.
Hormigas construyendo la balsa.
El científico, supervisado por David Hu -el mismo que hace unos meses analizó cómo se sacuden los perros mojados– primero estudió las hormigas de manera individual. Observó que una hormiga puede caminar por el agua porque su exoesqueleto repele esta molécula y, además, la tensión superficial del líquido es suficiente como para sostener el peso de su cuerpo. De esta forma, para una hormiga caminar por el agua es como para nosotros caminar sobre una cama elástica o una sábana tensa.
Cuando las hormigas están ensambladas formando la balsa flotan aunque pesan mucho más de lo que la superficie del agua puede soportar. Lo hacen atrapando pequeñas burbujitas de aire entre los individuos que forman la base de la balsa, que sirve de plataforma a las demás hormigas. que se suben encima y viajan confortablemente.
Los investigadores probaron a intentar desestabilizar la balsa, para ver cómo reaccionaban los insectos. Y sortearon los desafíos con éxito. Primero quitaron hormigas de la parte superior de la balsa, pero inmediatamente las hormigas del fondo se movieron para conservar el grosor ideal. También probaron a hundir la balsa bajo el agua, pero ésta no se deshizo. Sucede así porque mismas burbujas que la hacen flotar también la mantienen unida.